Si hay dos tendencias claras este verano en el tema cabellil, son las siguientes: diademas de flores y las trenzas. Pero cual visionarias bonitistas, hoy nos hacemos eco de otra tendencia en alza en adornos para el pelo: broches, cadenas y peinecillas.
Inevitablemente, este post hace que nos traslademos a nuestra más tierna infancia en la que lucíamos pasadores alegremente. Una coleta sin ‘pasador’ (al menos así se llamaban por estos lugares) era como un hipster sin su bici. Además, gracias a ellos, nos convertimos en pequeñas crafters y dimos nuestros primeros pasos en el DIY sin saberlo: la que más y la que menos se lanzó con las gominolas con laca y los globos para lucir en el patio del colegio sus creaciones más vanguardistas.
Que conste que a lo que podemos ver ahora, también le estamos notando su lado más DIY. Nuestra pequeña aficionada al handmade siempre sale, es inevitable.
Y un ejemplo claro son los broches. Seguro que rebuscando en los cajones más olvidados de hace una década, encontramos piezas de bisutería de la mala pero a la que no se le ha ido ni el brillo ni los destellos, de esas que poníamos en las solapas. Merecen una segunda oportunidad por tantos años en el banquillo. Que conste que éstos no están nada mal de precio y que no queremos quitarle el pan al señor de Asos.
Mucho más ‘modernil’ y con un aire más vintage vienen las cadenas. Colócate una de éstas y estarás lista para no perderte ni un festival. Lo mejor es que también sirven para bodas, eventos varios y recados por el barrio. Nunca sabemos cuando nos pueden sacar una foto para Instagram.
Pero el flechazo absoluto en adornos ha llegado con las peinecillas o peinetas. Admitimos que nos puso sobre la pista una novia amiga en busca de adorno para el pelo. La selección que nos enseñó de Etsy nos dejó con ganas de más y hemos recopilado las siguientes.
Lo sentimos caballeros, pero el post de hoy no era para vosotros. Aunque si habéis llegado hasta aquí leyendo, os merecéis una ovación puestas en pie como las que se hacen en los teatros. Yo ahora estoy por recuperar aquel pasador que me hice con fresas de gominolas a principios de los noventa, ¡oye, quién sabe!
Hasta el lunes, ¡buen fin de semana bonitistas!