Una de las grandes preocupaciones de los novios es siempre cómo colocar a sus invitados. Que si no puedo sentar al tío Pepe con su prima Ana. Que si Sara y Juan no se soportan. Que si… Siempre hay miles de razones para que esto se convierta en un quebradero de cabeza para todas las parejas. Por este motivo, y porque nos encantan las bodas diferentes, las mesas infinitas (o imperiales) nos parecen una gran solución.
Además, dan un rollo más informal a la fiesta y acompañadas de una decoración adecuada, pueden quedar igual de preciosas que las clásicas mesas redondas de 10 comensales.
A nosotras nos encantan con muchos arreglos florales que den color a la mesa, con velas, sillas de madera, guirnaldas de luces… Hay infinidad de posibilidades para que la fiesta sea bonitista 100%, ¿no os parece?
Imagen vista aquí.
Visto aquí.
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Nosotras lo tendríamos clarísimo pero, ¿y vosotros? ¿os atreveríais con este tipo de mesas?
¡Feliz lunes!