Bolonia, ruta para disfrutar del penúltimo paraíso gaditano

bolonia intro

Siempre intento estirar las vacaciones algunos días en septiembre, pero ya toca volver. Toca volver también aquí, a la que es nuestra particular «casa mint» desde hace algunos años y en la que compartimos cada día (en esta nueva temporada, tres veces por semana) un poquito de cada de una de nosotras.

Comparto con vosotras y vosotros mi última escapada, de la que volví antes de ayer, y la que me ha dado pilas para al menos aguantar un tironcillo del otoño: Bolonia, una playa a algo más de 23 kilómetros de Tarifa y que es, aún hoy, uno de los paraísos naturales que quedan en nuestras costas. La playa de Bolonia y el poblado de El Lentiscal no están comunicados por carretera con las playas colindantes (Atlanterra a un lado y Valdevaqueros al otro ), eso y el complicado acceso por carretera (llena de curvas) han hecho que se haya convertido en un lugar muy especial y a la vez turístico, cierto. Pero septiembre es otro rollo y así han sido mis últimos días de verano (y no es una canción de Amaral).

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Los mapas ilustrados para soñar de Rifle Paper Co.

En alguna ocasión os hemos hablado de una de nuestra marcas de papelería favoritas en el mundo. Se trata de Rifle Paper Co., una marca creada por un matrimonio de Florida en 2009 que se ha convertido en los últimos años en mucho más que una tienda de libretas y bolis. Si tuviésemos que elegir solo uno de sus diseños, lo pasaríamos realmente mal… pero dado que estamos en verano y que solo tengo en mente qué voy a hacer en mis vacaciones este año (sí, soy un desastre, las tengo a finales de agosto y comienzos de septiembre y aún no tengo nada planeado), me he decantado rápidamente por sus mapas ilustrados. Mapas para soñar con dar la vuelta al mundo, mapas para soñar en coleccionar ciudades y países que visitar… probablemente, y si tuviese pared suficiente, llenaría una habitación con toda la colección de mapas. Así a lo loco. Leer más

Viajar a Ibiza y sentirte en Cuba

¿Te imaginas viajar a Ibiza? Suena a planazo. Pues ahora imagina sentir la Cuba sabrosona, pero con acento de Miami. A ratos decadente, a ratos kitsch, pero siempre diferente. Ahora deja de soñar y empieza a buscar vuelos a Ibiza, porque tenemos el hotel para vivirlo todo sin salir del mediterráneo. Se llama Cubanito y desde que lo vimos, el corazón nos hizo crack.

El hotel situado a cinco minutos de Cala Gració y cerca de San Antonio, acaba de abrir sus puertas. La inspiración parte las calles de Miami. Concretamente de Little Havana, la zona que los cubanos conquistaron y donde mezclaron el Art Decó con el estilo colonial, sin olvidar el toque de vegetación y plantas caribeñas.

En sus habitaciones, te sentirás protagonista de una road movie, con parada en un motel de carretera o te servirás un daikiri en una de las barras, que no faltan en sus habitaciones. Siempre al ritmo de buena música. Porque aquí hemos venido a disfrutar.

Las zonas comunes del hotel hacen que la película fantástica que nos estamos montando continúe. Un mojito en su Buena Vista Social Lobby, un poco de sandungueo en su Little Havana y que sea lo que sea hasta que se seque el malecón. Un baño en la piscina y que venga Celia Cruz y lo vea.

Puede que para llegar a Cuba haya muchas horas de vuelo y más de 7.000 kilómetros, pero mucho más cerca tenemos un rincón para quitarnos las ganas de Cuba, mi amol. ¿Nos vamos?

¡Feliz martes!

Bonitistas viajeras: Cantabria (pero con un bebé)

Hace un par de años dos de las bonitistas hicieron su escapada por el norte. Y vinieron tan encantadas, que una servidora se quedó con muchas ganas de ir, especialmente a Cantabria. Así que, aprovechando el puente de san Isidro, buscamos una ruta fácil para huir de Madrid 4 días, con la compañía de un «bebé» de 2 años.

Os dejamos nuestro itinerario por si os animáis a hacerlo:

  • Día 1: Visita al Parque de Cabárceno.

¡Una maravilla! Y es que no tiene nada que ver con un zoológico convencional. Cabárceno es un parque natural, situado sobre una antigua explotación minera y con montones de animales de todo tipo. Y es tan grande que podéis pasar allí todo el día tranquilamente. Además, está al lado de Santander y es una visita muy recomendable, sobre todo si vais con niños.

Cabárceno, Cantabria

  • Día 2: Comillas, San Vicente de la Barquera y Santillana de Mar.

Son 3 pueblos que están muy cerquita entre sí y con muchísimo encanto.

En primer lugar, fuimos a Comillas que fue, para nosotros, el más bonito y el que tenía más cosas para ver. Paseamos por sus calles empedradas, nos asomamos a la playa (aunque no hacía un gran día), después visitamos el Capricho Gaudí y, por último, nos acercamos en coche hasta la Universidad, que además tenía unas vistas preciosas de todo el pueblo.

Después nos fuimos a comer pescado (riquísimo) a San Vicente de la Barquera. Otro pueblo chiquito, pero precioso.

Y por la tarde nos acercamos a Santillana de Mar, otra maravilla de pueblo empedrado. La única pega fue que nos diluvió en nuestro paseo, pero bueno, no nos impidió tomarnos unos ricos sobaos en el famoso Obrador Casa Quevedo. ¡Muy recomendables!

Satillana de MarSantillana de Mar, Cantabria

  • Día 3: Santander.

El tercer día visitamos Santander. Aprovechando que hacía sol nos dedicamos todo el día a pasear. Andamos por todo el paseo marítimo hasta llegar al Palacio de la Magdalena. Después continuamos hasta la playa de El Sardinero, donde comimos, y volvimos callejeando hasta el centro. Terminamos agotados pero habiendo disfrutado muchísimo de la visita.

Palacio de la Magdalena, Santander

Cantabria

  • Día 4: Santander y vuelta a Madrid con mini parada en Burgos.

El último día antes de irnos dimos una vuelta por el centro de Santander. Nos acercamos a la catedral, pasamos por la plaza del Ayuntamiento y después nos llegamos en el coche hasta la playa de Mataleñas, un sitio precioso y con unas vistas increíbles de todo Santander. ¡Una pena que no hiciera bueno!

mataleñas

Luego, de regreso a Madrid, paramos en Burgos a comer y aprovechamos para dar un mini paseo por el centro.

Catedral de Burgos

Y hasta aquí nuestra mini escapada por Cantabria. Un sitio muy verde, con pueblos con mucho encanto y que se come de maravilla. Lo tiene todo para tener que volver próximamente, ¿no os parece?

¡Hasta mañana bonitistas!

Un viaje ilustrado por Costa Rica

Qué pasa, mae. Perdón, el jet lag me confunde. Y es que acabo de regresar de Costa de Rica (un poco de envidia, sí que doy, pero con amor), de saborear qué es eso de la «Pura Vida». Y para explicarlo, en lugar de fotos, voy a hacerlo con las ilustraciones de Holalola.

Pura Vida es un país con la gente más encantadoramente amable que hayas conocido jamás.

Pura Vida es un país que no tiene ejército.

Pura Vida es un país que respeta su naturaleza y trabaja por un turismo sostenible que la siga preservando por siempre jamás.

Pura Vida es un país en el que te sentirás con ganas de más.

Pura Vida es recorrer un país en carreteras eternas en un viaje sin fin.

Pura Vida es la catarata de La Fortuna, donde después de 200 escalones, puedes bañarte bajo el gran chorrazo. (Ahí va, qué chorrazo).

Pura Vida es el volcán Arenal, en el que perderse entre senderos y restos de lava.

Pura Vida es tirarse por tirolina (canopy) y sobrevolar el bosque nuboso.

Pura Vida es pasear entre puentes colgantes y buscar quetzales entre la lluvia.

Pura Vida es hacer una parada técnica. Y también descubrir que el ferry que querías coger no saldrá al día siguiente. Pero hey, Pura Vida, siempre hay un Plan B.

Pura Vida es convertirse en sirena y naúfraga en las playas de Manuel Antonio.

Pura Vida es defender tus pertenencias de bandas de monos blancos y mapaches.

Pura Vida es ver como un perezoso se despereza.

Pura Vida también es el ruido de San José con sus barrios y taxis rojos.

Pura Vida es ver más animales de los que eres capaz de recordar el nombre.

Pura Vida es aprovechar cada poza, cada cascada, cada Río Celeste para darte un baño.

Pura Vida es compartir experiencias con gente maravillosa, talones lejanos y perricadas.

Así que mae, ¡pura vida!