Bonitistas, Winter is here. Oficialmente. El invierno ha sido madrugador y a las 5:58 ha hecho su llegada, mientras tú rezabas en sueños por que el despertador no sonase. Una nueva estación, donde no sobran los arrumacos, las mantas y las bufandas. No sabemos por qué dicen que la primavera es la estación más romántica del año, con lo bonito que es el amor en invierno compartiendo bufanda. Así que aunque el tiempo no acompañe, ¿has pensado alguna vez celebrar una boda navideña? Mirándolo por el lado positivo, te ahorrarías la cena de Nochebuena. Sabemos que es una propuesta arriesgada, pero no hemos podido evitar abrir esta posibilidad porque tiene un puntazo bonitista.

En una boda navideña manda una paleta de colores con el rojo y el verde como protagonistas y algunos elementos esenciales como las piñas, el acebo y el muérdago, que sirven para decorar desde la invitación hasta el último rincón.

Las Sweet-Tables se cambian por mesas de Chocolate caliente, porque baby, it’s cold outside. Las mesas se pueden decorar con troncos, muérdago y ramas de acebo con sus frutos rojos.

Y pensaréis, muy bonito, pero ¿y el vestido? Las novias bonitistas son diferentes y en una boda navideña aún más. Un buen abrigo de piel (por favor, sintética), un fino jersey de manga larga y una corona de flores navideña y tendréis el look perfecto para una boda navideña.

¿Qué os parece? Si hoy os toca el Gordo, ya tenéis la excusa y la inspiración para liaros la manta a la cabeza y celebrar una boda navideña.

¡Que la suerte os acompañe!