Unas Dr. Martens, los 14 años y por fin viernes

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Aún recuerdo la pelea con mis padres como si fuese ayer.

Celia (de los años 90): Para mi cumpleaños quiero unas Dr. Martens

Padres de Celia: ¿Esas botas negras con la punta de hierro? Anda ya… pero si son muy feas.

Celia: ¡Qué va! A mí me gustan… valen 14 mil pesetas, igual es mucho, ¿mejor para Reyes?

Padres: Ni locos, si tú las quieres te las compras tú.

Después de mucho batallar (creo recordar) que durante más de un año… por fin llegaron las Dr. Martens a mi vida. Menos mal, antes las modas eran mucho más duraderas y te permitían soñar con una prenda durante año y pico… ahora cuando ya has ahorrado lo suficiente, ya han sacado las influencers otra prenda nueva que «súper quieres» y tú vida ya no tiene sentido. Los 15 años siempre fueron duros, en los años 90 y ahora.

Una vez que las tuve… creo que no me las quité durante todo 1º y 2º de BUP. Me las ponía con todo: vaqueros (eso sí, de corte recto, imitando a los 501 de Levis), faldas largas con rebecones gigantes, vestidos cortos de cuadros… (la serie Es mi vida de Claire Danes y Jared Leto me influyó mucho, ¿vale?). Eran mi tesoro, creo que me las ponía hasta en verano, que eso en un mes de julio o agosto en Málaga tiene mérito. Una vez pasada la fiebre, las guardé en una caja en el armario con mucho mimo y me dije a mí misma: «estas botas se quedan conmigo para siempre, con el trabajo que me costó conseguirlas…¿y si se vuelven a llevar?».

Y llegó el momento. Y la Celia adolescente que aún llevo dentro no para de asentir con la cabeza y decirle a la Celia de 34 años de ahora: «ves, te lo dije».

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Os confieso que he ya he sacado la caja de zapatos del armario de mi habitación de «Casa Padres» varias veces. Esas mismas veces me he vuelto a enfundar mis Dr. Martens y las mismas ocasiones he vuelto a dejar la caja en su sitio. No acabo de verme del todo, pero sé que esto se me acabará pasando… y aunque solo sea una vez, encontraré el día y el momento de volver a meterme en mis zapatos de los 14 años. Por falta de inspiración no será…

Y vosotros, ¿cuál es vuestra historia con las Dr. Martens? ¿Fuisteis también adolescente en los años 90?

Y sabéis lo mejor de todo… ¡que es viernes!

5 reflexiones sobre “Unas Dr. Martens, los 14 años y por fin viernes

  1. Vamos, como si escuchase a mis padres. ¡La de clases a niños que tuve que dar para conseguir las 15.000 pesetas para comprármelas!

  2. Yo tengo la versión barata, las termans, tambien con punta de hierro. Las tengo guardadas como un tesoro y hace un par de años me las puse, pero pesan una tonelada. Yo creo que ahora los zapatos son más ligeros…

    1. Es verdad Mireia, pesan una tonelada!! Los zapatos han evolucionado pero el rollo vintage…tiene su encanto ☺️

  3. Yo no tengo ni he tenido unas Martens, pero me puso algo parecido con un vestido. Lo desee como una loca, lo conseguí, lo usé hasta la saciedad y lo guardé no se muy bien porqué. Este verano haciendo limpieza en casa de mis padres volvió a salir, me lo probé y volví a enamorarme. Me queda mejor que cuando tenía 16 años! Y me encanta. Me ha encantado tu post. Saludos nm

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