El «donut bar» o cómo terminar la semana con subidón

Yo lo llamo «chispitas en el cerebro», pero quizá tenga otro nombre más técnico. Seguro. Hablo de esa sensación que produce morder un donut, donete o dulce similar que normalmente no comes (porque tú sabes que no es sano, engorda, tiene azúcar y todas esas cosas malvadas de las cosas ricas) y que te lleva directamente al paraíso durante milésimas de segundo. Pues eso me pasa a mí con los donuts blancos (así los llamo yo). Por eso me pongo tan feliz si pienso que además de ser viernes… voy a llenar el post de hoy de fotos de donuts en fiestas: ¡viva el donut bar!

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¿Qué es un donut bar? Pues hablamos de la nueva «mesa dulce» o fuente de chocolate en cualquier sarao que se precie. Una pared llena de estas rosquillas (del demonio) o piezas de madera repletas de estos dulces cual pinchitos morunos a disposición del comensal. ¿El paraíso del goloso? ¿El cielo para los que babeamos con el azúcar glaseado? Totalmente sí…¡a todo!

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Así que ya sabéis, si tenéis boda, bautizo, comunión o fiesta esta primavera/verano… poneos manos a la obra y fabricad un donut bar como estos… ¡por ideas no será!

¿Con qué otro dulce os montabais un «bar» como estos? ¿Os gusta la moda del donut?

¡Feliz finde y nos encontramos el lunes por aquí, familia!