Es cierto que no inventamos nada nuevo. El color »Mint» se puso de moda y todo era de ese color que nadie sabía decir si era verde, azul o grisáceo. En todas sus variedades y con todos sus matices… vale la pena usarlo y mezclarlo. Anima, se agradece y en decoración funciona muy, pero que muy, bien. Hace años descubrimos House of Turquoise, un blog que recopila imágenes que te hacen fantasear con ganar uno de esos sueldos Nescafé (y tener dinerito para tener una casa que decorar) para toda la vida.
Y vale, es muy 2010 según los señores de Pantone. Pero echando un vistazo a estas imágenes, ¿quién se resiste? Las bonitistas no podemos aunque no sigamos las tendencias.
¿Qué nos decís del estampado de estas cortinas? En ese lugar podríamos pasar horas ‘blogueando’.
Admitimos cursi como defecto irremediable: mezclado con este rosa alegra cualquier madrugón.
Esta cocina es bastante ‘copiable’. Con una base blanca podemos jugar con la imaginación todo lo que queramos. Aunque eso sí, vamos a parecer Belinda Washintong con el Cillit bang en mano para que no se noten los churretes.
Y cómo no el baño. De momento, ya hemos fichado alguna alfombra similar low cost (en Primark Home) pero no tenemos documento gráfico. Seguiremos investigando.
Y sí, hemos nombrado demasiadas marcas comerciales en este post. Prometemos que no nos patrocina ninguna… al menos de momento. ¡Feliz miércoles!
Calla, calla, que la bonitista de mi casa ya me ha colado una vajilla mint que era «totalmente necesaria».
De lo de la cocina blanca y los churretes doy fe. No hay mañana que no me pase un rato frotando la marca del vaso de café en la encimera! Pero es taaaan mona