Hoy en bonitistas dando tumbos: Bilbao. Me encuentro en la ciudad sin sol y eso, con todo el permiso de los señores vascos, no es nada bonitista. Menos mal que Dani y Janire (que si no conocéis su blog ya estáis tardando) me han llevado a un lugar donde el bonitismo aún tiene esperanza de sobrevivir. El maravilloso sitio al que me llevaron es El Txoko de La Mary, un encantador restaurante en pleno casco viejo de Bilbao, donde comida, decoración y detalles son para enamorarse y olvidarse de que en esta ciudad el sol sólo lo ven en el festival de publicidad.
Como soy bastante cotilla, ya me he puesto a investigar y La Mary tiene varios restaurantes en distintos lugares de la geografía española. Su filosofía se resume en cuatro puntos, de los que me quedo con dos especialmente por ser los más bonitistas.
Cocina tradicional y de mercado con matices contemporáneos y sorprendentes. De esto doy fé, el risotto de setas y el bacalao con crema de espárragos trigueros que me zampé son buenas razones para confiar en que lo están cumpliendo a rajatabla.
Decoración sofisticada y elegante con una iluminación estudiadamente sugerente. Sabéis que en Bonitismos la decoración es una de nuestras pasiones, pero más que decorar por decorar es crear espacios en los que te sientas a gusto, como en casa y en los que no mirarías el reloj y dejarías pasar el tiempo. En estos restaurantes te da esa sensación, mesas, sillones y sillas perfectamente estudiadas y cuidadas, luz tenúe (no me traigan a una cita aquí que me enamoro) y otros pequeños detalles como nuestras amadas damajuanas, que sólo consiguen crear un ambiente ideal para disfrutar.
Si tenéis la suerte de estar en algunas de las ciudades donde La Mary ha abierto un hogar, digo un restaurante, no dejéis de visitarlo porque os sentiréis como en casa.