Antes de que digais nada. Ya sé que os habéis enterado que hemos cumplido 30, que estamos estupendas y que somos muy pesadas. Pero no podíamos dejar de escribir este post sobre cómo fue nuestra celebración treinteañeril, que más que una fiesta de cumpleaños, parecía una boda. Al menos esa era nuestra sensación y os podemos decir que disfrutamos tanto preparando cada detalle, que queremos volver a cumplir 30 otra vez.
Vamos por pasos, el sitio. Un chivatazo de un amigo nos dio el lugar perfecto, queríamos un sitio exterior y que fuese asequible para nuestro humilde bolsillito. Y el Quiosco de la Reina cumplía todos los requisitos. Se trata de un bar con una enorme zona al aire libre dentro del parque El Casino de la Reina.
Una vez con el sitio escogido y reservado, llegó el momento de buscar una temática y aunque el momento Reinas de los 30 estaba bastante de actualidad (guiño, guiño), nos parecía muy de cuentos de Disney. Así que al final nos decidimos por el Picnic Total, porque sí, somos muy de picnic y la decoración nos quedaba muy bonitista.
Colocamos una mesa donde no faltó su mantel de cuadros, con sus servilletas a juego, donde los invitados podían picotear dulce o salado, según estuvieran en cada momento. Con unos tarritos reciclados, adornados con un lazo de cuadros vichy, hicimos pequeños centros de flores, que le daban un toque precioso y de picnic total.
Pero sin duda lo mejor del cumple fue el fotomatón. Lo teníamos requeteclaro, sólo se cumplen 30 una vez y queríamos un fotomatón para guardar los mejores recuerdos de ese día: las caras de nuestros invitados. Nos pusimos manos a la obra en la busca y captura hasta que encontramos a los amigos de mifotomaton.es. Jorge nos puso todo tipo de facilidades y gracias a su paciencia fue parte de este día tan especial.
Todo este despliegue sumado a una reunión del equipo Bonitista y nuestros más mejores amigos consiguieron que nuestro picnic total fuera inolvidable y que ahora mismo firmaríamos por repetirlo una y otra vez.
¡Que tengáis un martes total!