Ahora que estamos en invierno y los días de sol no son tantos como los que nos gustarían, necesitamos un chute extra de luz y de color (que cantaría Marisol). Por eso, soñamos con llegar a casa y que nuestro pequeño hogar nos reciba con esa dosis de energía lumínica que le falta al día. Y no se nos ocurre mejor forma que hacerlo con un toque de color a través de muebles vintage. Pequeños tesoros que sobreviven a la basura y al olvido y que gracias a una buena capa de pintura (oh chalk paint, te adoramos, óyenos) están preparados para llenar tu vida de colores y recuerdos ajenos, que pronto serán tuyos.
Nosotras tenemos desde hace tiempo un antojo y se llama alacena o vitrina antigua. Se nos ha metido en la cabeza y hasta que no encontremos una, todo apunta a que no vamos a parar. Pero no nos negaréis que no te alegra un poco la casa y te pone el corazón contento (hoy estamos en modo Marisol, qué le vamos a hacer).
Escritorios, aparadores, sillas viejas repintadas… las opciones para llenar tu casa con un toque de color vintage son tan infinitas casi como tu imaginación y lo que te permita el rastro o la basura de tu ciudad. Así que, ¿os animáis a llenar de color con un toque vintage vuestro hogar? ¡Nosotras sí!
¡Feliz martes lleno de luz y de color!
Yo también estoy obsesionada con lo mismo! Creo que es culpa de pinterest, ves tanto mueble bonito que llegas a creerte que es una necesidad de verdad! jiji
Pues sí, vamos a tener que ir a tratamiento jaja
Vamos a tener que ir a terapia de grupo.