Cuando niños, adolescentes y universitarios están contando los días para librarse de las clases, vamos nosotras y proponemos un back to school. Pero tranquilos, que no cunda el pánico, no queremos someteros a clases perpetuas durante todo el año. Hoy nos hemos fijado en un elemento en el que hemos pasado horas de nuestra vida y que queremos recuperar para darle un toque bonitista a nuestros hogares. Hablamos de las sillas de colegio, que cada vez nos encontramos en más sitios y que nos encantan.

No fueron los mejores años de nuestra vida, por mucho que queramos recordarlos con el filtro del tiempo. Vivimos en una permanente edad del pavo que llegó para quedarse y nuestra cara era un gran campo de granos. Pero aún así, el colegio siempre nos trae buenos recuerdos y por qué no recuperarlos con sillas que quedan así de bien en cualquier rincón.

Solo basta con echarle un rato de búsqueda en internet para encontrar auténticas gangas o recorrerse los mercadillos y rastros del lugar. Luego llega una de las partes que más nos gusta, echarle un poco de imaginación para hacerlas aún más tuyas (amigo chalk paint, volvemos a pensar en ti).

Y si hablamos de sillas, no queremos olvidarnos tampoco de las mesas, los típicos banquetes de la clase de tecnología e incluso de las pizarras. Hay un montón de formas de darle un toque distinto a nuestra casa o local volviendo al colegio.

¿Qué os parece? ¿Preparados para tomar apuntes otra vez?

¡Feliz jueves (o juernes para los que estáis en Madrid)!