El calabacín es tu amigo… es nuestro amigo. Y la berenjena, el brócoli y demás familiares que siempre deben de andar por casa y ahora más que nunca.
Hoy por ser jueves, y porque lo hicimos el otro día y nos salió de rechupete, os traemos una receta fácil, económica y apta para dietas: ¿quién da mas? Pastel ligero de calabacín.
Obviamente, los ingredientes los podéis adaptar a vuestro gusto, pero lo que os aseguramos es que no os vais a arrepentir.
Para empezar, cortamos el calabacín en rodajitas. Si tenéis mandolina os será mucho más fácil. Engrasamos un poco un molde y empezamos a colocar las rodajas, después una capa de tomate frito, otra de atún y un huevo batido. Le añadí un poquito de sal y de hierbas provenzales. Y así hasta tres capas (es lo que nos ha dado nuestro molde). Le hemos puesto un poco de queso rallado por encima, que la dieta está muy bien pero hay que darle algo de alegría a la comida…
Después lo metéis en el horno a unos 180-200 Cº. Esto dependerá de vuestro horno, nosotras lo hemos tapado con papel de plata para que se haga bien por dentro y no se nos queme y lo hemos tenido 30 minutos. Pasado este tiempo, le hemos quitado el papel y lo hemos dejado unos 10 minutos más para que se terminase de gratinar.
Éste ha sido el resultado y ¡lo tenéis que probar! Puede ser una solución rápida para una cena o para llevar al día siguiente al trabajo en tupper.
Una manera diferente de comer verduras, que todo no va a ser brócoli al vapor, ¿no?
¿Qué os parece? ¿Sois de hacer pasteles de este tipo?
Bueno, esperamos que os guste que la probéis y que nos contéis cómo ha sido el resultado.
Buen jueves y nos vemos por aquí mañana.
Por cierto, si sois de celebrar San Juan esta noche…¡a disfrutar!