Pablo se hace mayor y nos estamos planteando hacer algún que otro cambio en su habitación. Y de entre las miles de posibilidades que hay, nos encantan algunas cosas del estilo Montessori.
Para el que no lo sepa, éste es un método pedagógico que fomenta la independencia en el desarrollo del niño. Y en lo que respecta a la decoración, apuesta por un entorno sencillo y ordenado, donde todo sea muy accesible para él. Así que, siguiendo alguna de estas pautas, en una habitación Montessori no puede faltar:
- Camas bajitas. Colocándolas a ras del suelo, fomentan que el niño se acueste y se levante sin ayuda de un adulto.
- Espejo. Colocar uno a su altura para que pueda verse mientras juega. Esto le ayudará a reconocerse y a mejorar sus movimientos desde bien pequeñito.
- Organizadores. Cada cosa tiene su sitio y es muy importante que estos organizadores se encuentren también a su altura. Les ayudará a orientarse mejor y aportarles mayor seguridad dentro de su habitación.
- Láminas e ilustraciones en las paredes de la habitación. Sirve para estimular su curiosidad y creatividad.
Nosotros estamos deseando ya meterle mano a la habitación y empezar con algunas de estas ideas. Y a vosotros, ¿os convence el estilo Montessori?
¡Volvemos mañana bonitistas!
Me encanta la filosofía Montessori en todos los aspectos y empezar por adaptar su habitación me parece genial. Además es fácil.