No queremos caer en el tópico y eso que probablemente a estas alturas sea difícil. Hoy es el Día Internacional de la Mujer y eso nos hace plantearnos algunas cosas. Cosas como reflexionar cómo han vivido nuestras abuelas, a qué se han enfrentado nuestras madres o qué les espera a nuestras hijas.
Un momento de reflexión en un día cómo el de hoy hace falta porque resulta que el día a día es sencillo. A nuestra generación no nos han obligado a coser o cocinar, hemos podido estudiar ingenierías y no hemos tenido que escuchar «chata, tú no, que eso es cosa de chicos». O sí. Porque quizá es que se nos haya olvidado o no lo recordemos. Haced memoria… en la mayoría de ocasiones sí nos han dejado entrever que deberíamos saber coger el bajo de un pantalón, las ingenieras de nuestra generación era los bichos raros en clase y sí, sí hemos oído «eso es para niños». Igual que hemos oído (incluso, dicho) «eso es para niñas», y ya está bien, ¿no creéis?
Nos encanta esta frase de Dirty Dancing, porque encierra tanto… «Nadie me pone en un rincón», pues eso. Que nadie nos diga por dónde caminar, dónde pararnos y mucho menos… hasta dónde llegar.
Hace unos días, en un evento organizado en Málaga con motivo de este día… una empresaria y directora de una empresa internacional, narraba cómo cuando era joven y empezó a despuntar en su sector se reunió con un grupo de directivos, todos ellos hombres. Cuando llevaban un rato de reunión, uno de ellos amablemente le invitó a que ella misma sirviese el café a la mesa.
Ella no se calló. Y por ello, contó, fue la rara, la borde y la «especialita» de su empresa durante años.
No sabemos si el futuro será de las mujeres o no, si se escribirá la historia en femenino… pero lo que está claro es que el futuro, al menos, debe de ser de todos. Para todos y sin clichés, «sanbenitos» ni odios.
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Ya está bien de gordas, flacas, viejas o feas. Ya está bien de miedos, vergüenzas y remordimientos. No queremos ponernos enfrente de nadie, ni tampoco por delante, solo (ojo) nos queremos poner al lado. Y queremos que nuestras hijas (las vuestras, las futuras, todas) puedan saltar, destrozarse las rodillas jugando y que no sientan que sobre el papel todo estaba muy bien, pero que al final se vieron obligadas a elegir.
¿Qué os sugiere a vosotros este día? Nos encantaría saber vuestra opinión… mientras, nos ponemos a trabajar para preparar el post de mañana.