El tema premamá no os interesará a una gran mayoría de vosotras y vosotros, pero sin embargo este sea, posiblemente, el post más importante que escribo en todos los años de historia bonitista. Es cierto que no solemos contar mucho de nuestra vida ni salir demasiado por aquí, no por nada, es solo que tenemos unas vidas muy sosainas y nunca nos vemos como protas de nuestros posts. Pero las cosas buenas y bonitas hay que compartirlas y gracias a este blog, hemos conectado con muchos de vosotros incluso sin vernos… soltada esta chapa… Si todo va bien (cruzamos dedos), a principios del próximo año habrá nueva bonitista en la familia.

*Ojo, la de la foto no soy yo… foto vía

Estoy embarazada de 22 semanas y vestirme empieza a resultar una odisea. Si a eso le sumas los seis kilazos que tengo de más y que tengo que darle una vuelta de más mi ropa cada día por mi trabajo (en televisión), estoy por llevar túnicas a lo Rappel cada día en los próximos meses. Sí, existe la colección premamá de H&M, Asos y desde hace unos días Zara (OMG), ya me he comprado algunas cosas, pero tampoco quiero hacer un gran desembolso porque tampoco es ropa de mucho uso que digamos. Así que me paso los días mirando ideas para combinar mi ropa de no embarazada (en la que quepo), con la nueva que tengo, ir medio vistosa y no parecer una mesa camilla. ¡Todo eso junto!

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Soy muy consciente de que todas estas mozas son modelos, delgadas y esbeltas… cosas que yo no (y mucha otra gente en el mundo), pero sí que me dan ciertas ideas a la hora de vestir en modo premamá. Usar mucho vestido, faldas con cinturilla elástica, colores neutros y prendas con volumen en las mangas. El clásico vaquero, camiseta blanca y algo por encima… también funciona.

Pero de cara al otoño y el frío (en Málaga aún es verano), me gusta mucho en total look negro. Con chaquetas, cazadoras y la tendencia animal print… me parece una buen opción. Además, con el negro sí me puedo venir arriba y ponerme algo más estrecho… que no es porque se me note la barriga, que eso me encanta, sino porque las redondeces a estas alturas tampoco me permiten mucha estrechez.

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Más allá de vaqueros con cinturilla de tela, peleas con la báscula y citas médicas… esta niña que viene en camino promete embarcarme(nos) en una aventura maravillosa. Por cierto, no tenemos nombre aún… así que cualquier lluvia de ideas será bien recibida.

¡Feliz viernes y mejor finde!