Por fin viernes, ¿no os pasa que hay semanas que cuestan más que otras? Pues en esas semanas que llegue el viernes hace más ilusión, si cabe, ¿verdad? Entre el fresco, alguna que otra lluvia y el otoño y sus noches tempranas, este fin de semana me apetece pasar tiempo en mi habitación, arropada con el nórdico y sin parar de ver series. No hay cosas que nos parezca más apetecible cuando hace frío que una cama llena de mantas, edredones y cojines… ¿hay alguna idea mejor?
Cuando llegan estas fechas siempre cambiamos un poco la estética de la cama, además de poner el nórdico, siempre apetece más cambiar algún cojín o añadir mantas (que en muchas ocasiones acaban siendo decorativas) como si tuviésemos una cama/escaparate de Zara Home. Lo de las lucecitas y velas… siempre es buen plan también.
Mantas con pompones o de punto XXL (que son una maravilla) sobre camas blancas siempre es un acierto. Y aunque sea invierno, dale algún toque con alguna planta siempre pueda ayudar a darle algo de «vida» a la habitación.
Para los que encuentren el blanco demasiado veraniego o fresco, los tonos oscuros siempre son un acierto para la temporada de frío. Mantas y cojines de lana en tonos grises o fundas con lazos de lana y mil cojines… ¡maravilla!
Y algo que me encanta pero que es «cero» práctico… de hecho alguna vez lo he intentado y siempre acaban las esquinas llena de pelusa… lo de las mantas y edredones que descansan en el suelo. Vale, esto está muy bonico para verlo… pero es incompatible con cosas tan básicas como pasar el aspirador. Pero por inspiración que no sea…
Y si tienes dudas de lo que te gusta o de lo que puede funcionar… mezcla. Tejidos, pelos, lanas y mantas. Colores y texturas, la clave es la comodidad y que el lugar más apetecible en el mundo sea tu cama y todo lo que te apetezca hacer en ella… guiño, guiño.
Así que si alguien pregunta por mí este finde… ya sabéis por dónde ando.
¡Feliz finde y nos vemos por aquí el lunes!
Muy acogedoras todas, para no salir de ellas.
Besitos!