¿Quién ha dicho que una boda en invierno no pueda ser bonitista? Nosotras no estamos para nada de acuerdo. Es cierto que la luz es diferente y que hay muchas más posibilidades de que haga mal tiempo. Pero también también es cierto que tiene grandes ventajas como evitar el insoportable calor del verano o las maravillosas posibilidades decorativas que puede tener.
Os lo demostramos:
- Cartel de bienvenida. En madera, con un buen lettering y decorado con flores de temporada, ¡nos encanta!
- El altar. Debe ser en un espacio interior, para resguardar a todos del frío. Y la opción de decorarlo con unos arbolitos iluminados con bombillas y un pasillo lleno de velas, ¡nos ha conquistado!
- Decoración de la mesa. En ella no pueden faltar detalles de madera, alguna vela, arreglos florales con ramas eucalipto, de olivo, piñas…
- Lanzar nieve. Además del arroz (que dicen que trae suerte), una idea que nos parece graciosa es la de lanzar a los novios confetti de nieve.
- Tarta invernal. Otro detalle que seguro encanta a los más dulceros. Os dejamos un poco más de inspiración en el post que hicimos hace un tiempo.
- Churros. ¿Quién quiere recena si puede desayunar chocolate con churros?
Como veis, con detalles así, una boda de invierno puede ser igual de bonita que en cualquier otro momento del año. ¿No os parece?
¡Qué empecéis bien la semana, bonitistas!
Me encanta, es todo muy bonito
¡Gracias Paquita!
Me encanta, es todo precioso