Y lo vas a entender en cuanto empieces a ver algunas de las imágenes que hoy compartimos. Mis primeros recuerdos de una máquina de coser en casa son de una Singer heredada. Recuerdo a mi madre cosiéndonos a mi hermana y a mí nuestros primeros disfraces en aquella máquina a pedales, me maravillaban las flores que la decoraban y el sonido que hacía cuando se ponía a rodar. Pocos años después, aprendí a usarla pero pronto llegaron las máquinas modernas y adiós a la Singer, al menos adiós a usarla para coser, que no a la pieza.
No es nada nuevo y esto ya se puso de moda hace unos años, lo usar el famoso pie de la mítica máquina de coser para reconvertirla en mesa con más o menos carácter decorativo. Pero nos hemos vuelto a reencontrar con algunas ideas actualizadas y, oye, tiene su rollo.
Quizá todas estas opciones son las más comunes y las más vistas pero ¿se os había ocurrido alguna vez usar la estructura de la Singer para un baño? A nosotras nos ha encantado la idea.
¿Qué os ha parecido? ¿Recordáis la máquina Singer en casa de vuestras abuelas?
¡Que tengáis un feliz viernes y nos volvemos a encontrar el lunes!
Vaya transformaciones mas bonitas! Nosotros tenemos una en el pueblo a la que le hemos puesto mármol blanco encima y está decorando en la parte de la biblioteca.
BEsitos!