Reconozco que hay ciertas cosas (superficiales) que me hacen mucha ilusión de la maternidad. Pensar en la llegada de los Reyes Magos, los disfraces del cole y los juguetes de los niños son cosas que me fascinan. Por eso, y de ahí este post, cuando supe que esperaba un bebé y en una de las visitas a Ikea… no pude parar de mirar a la famosísima cocinita Duktig. Vamos, no me la llevé a casa por aquel entonces de puro milagro… porque tuve un poco de cabeza y pensé que para que quería en plena cuarentena un juguete de tal envergadura en nuestro mini piso (menos mal que no lo hice, durante los primeros meses de Manuela nuestra casa era un tetris, pero esa es otra historia que igual da para otro post). Leer más