De esto que ves un hueco en la pared de la habitación y dices…’ahí falta algo, no sé lo qué es… pero algo falta’. Ya hemos contado en otras ocasiones que nos pasa a menudo, más de lo que nuestro bolsillo y nuestras parejas desearían, pero ahí estamos, cada uno con lo suyo. Así que el otro día, en una visita (innecesaria) a Ikea un especiero nos puso ojitos, sí, leéis bien, un especiero. Lo tenía todo, barato, pequeño y perfecto para un sencillo DIY de estantería.
Así que lo montamos, nivel apto para preescolares, y lo pintamos con el litro de Auténtico Chalkpaint que tenemos en mint y que a este paso nos va a dar para pintar la fachada de la catedral. El no ser muy ‘bien hecha’ tiene su parte positiva, y es que se quedan unas vetitas de madera que le dan su rollo al tema. Y éste fue el resultado final.
Y aquí acaba la historia del especiero que quiso convertirse en estantería y se colocó al ladito de la cama, pasaba de los botes de orégano y curry, pensó que era mucho mejor tener unos jarroncitos con flores y un collar boho encima (por cierto, de Bershka), que el muchacho había nacido para ser así de cursi.
Esperamos que os haya gustado la idea y nos vemos mañana por aquí 😉
Que fácil es cambiar la decoración de un habitación con solo poner una estantería ,pintada de un color tan bonito como el turquesa