-Yo: Hola, soy Celia y sigo embobada con Nueva York.
-Vosotros: ¡Hola Celiaaaa! Ya te conocemos, mujer. Recuerda: prometiste que éste sería el último post.
-Yo: Sí, sí, no os preocupéis, con este termino y ya os dejo en paz. Palabrita.
-Vosotros: Venga, en ese caso… ¡te leeremos hasta el final, pero no te enrolles mucho!
– Yo: ¡Vale, allá voy!
Conste que me he imaginado la conversación con vosotros tal que así, igualita igualita. Así que voy a ser breve e ir al grano con la guía bonitista de Nueva York: parte 2. Os recuerdo que hay una parte 1 (por si alguien se lo perdió).
Nueva York es cara, pero ¿existen los planes gratis?
Sí amigos, como en toda ciudad hay planes gratuitos que con un poco de destreza y una pizca de tiempo dedicado al viaje podréis hacer. Seguro que si nos hubiésemos puesto a buscar más, los hubiésemos encontrado, pero os cuento los que yo hice. Empecemos por ir de público a un programa de TV. ¿Se os había ocurrido alguna vez? Quizá porque soy periodista y trabajo en un medio de comunicación, esto me hacía especial ilusión. Intentamos ir al Show de Jimmy Fallon pero las entradas se agotaron en dos nanosegundos. Pero sí conseguimos entradas para el show de verano de hace el mítico programa Good Morning America en Central Park. Y ¿quién nos tocó? Sí, nos tocó ser público de una actuación de Jason Derulo (me he enamorado también de Jason, pero éste es otro tema, ejem). No dejaban hacer fotos durante el programa, así que fui muy obediente y la foto que muestro (foto 1 ) es del ensayo. Podéis ver más info en esta web. Yo siempre que viajo utilizo el transporte público de la ciudad: metro, autobús… y aquí no iba a ser menos. Con la Metrocard (el abono de transportes de una semana con viajes ilimitados) puedes subir también en teleférico, sí, como lees (foto 2). Coger un teleférico ya me parece toda una atracción pero éste en concreto te lleva a la Isla de Roosevelt, un estrecho trozo de tierra situada en el río East River, entre Manhattan y Queens. Pero si hay un clásico en Nueva York del transporte gratis es el famoso ferry de State Island desde el que puedes ver la Estatua de la Libertad. Es verdad, la ves, pero todavía me pareció mucho más impactante observar el skyline de Manhattan (foto 3), una auténtica maravilla.
Otro plan que os recomiendo muy mucho es una visita a la Reserva Federal. Se trata de una visita guiada (eso sí, en inglés, ohh nooo) para 25 personas. No te dejan hacer fotos, ni siquiera sacar el móvil para mirar un mensaje o llamada, pero te dejan ver el oro. Mucho oro, cámaras de seguridad llenas de oro y más oro. Impresionante. Además, al salir tienen un detallazo y es que te regalan 150$ (o al menos eso dicen ellos) en dinero del que rompen allí mismo (foto 4). Estaría mejor que los billetes viniesen enteros, ¿verdad?, pero tiene su gracia. Encontráis más info aquí. Y termino con un par de visitas más que podéis hacer de forma gratuita y que también os recomiendo: el Museo Memorial del 11S (foto 5), toda una experiencia, es gratis los martes por la tarde. Y el Moma, el museo de arte moderno de NY que es gratuito los viernes por la tarde. ¿Está lleno de gente y de turistas? Pues sí, pero es una forma de ver algunas de sus obras estrella sin pagar y sin pasar demasiado tiempo en él. Además, solo por ver la terraza… (foto 6) ¡tenéis que entrar!
Coney Island, ¿merece la pena?
Sí y cien veces sí. Y eso que yo fui demasiado temprano por la mañana y aún no estaba abierto al público el parque de atracciones. Se tarta sobre una hora en metro desde Manhattan y solo por pasear por el escenario de tantas y tantas películas… ya es un sueño hecho realidad. Además, esta zona es muy diferente a lo verás por NY y con un viaje en metro parece que te has cambiado de país. El paseo marítimo, neoyorquinos haciendo deporte, paseando… no sé, me parece una visita más que recomendable. Además, allí es donde se realiza el concurso más famoso del mundo de comer perritos. Y quién es el guapo que se planta en Coney Island y no admira el panel de las grandes estrellas del hot dog.
Un día en Brooklyn
Esto es pura magia. Mi primer contacto con Brooklyn me gustó tanto que tuve que repetir… dediqué un día y medio a recorrer esta zona de NY que es, sin dudarlo, el complemento perfecto a Manhattan. De hecho que una zona no tendría sentido sin la otra. Imprescindible cruzar el Puente de Brooklyn y perderse por el barrio de Dumbo (fotos 1 y 2). En esta zona, cogimos en autobús (el b62) y nos fuimos hasta la zona de Williamsburg. Primero la zona judía ortodoxa, que te deja de todo menos indiferente (foto 3) y unas cuantas calles más hacia arriba una de la zonas más «hipster» de la ciudad. Todos los modernos que se te pasen por la cabeza están allí reunidos. Pasamos por dos zonas que fueron un auténtico hallazgo: el parque de East River State Park (foto 4) y Grand Ferry Park (foto 5).
Y no hay mejor forma de terminar el paseo por Williamsburg que tomar una cerveza al atardecer en una «roof top». Nosotros fuimos a Westlight y simplemente «a-lu-cin-na-mos». Cero turistas y un ambiente que invitaba a quedarse allí toda la noche (lo de invitar es una forma de hablar, ya sabéis, no nos invito nadie, ya no hubiese gustado).
¿Es verdad eso de que parece que estás en una película todo el rato?
Sí y mil veces sí. De hecho, la friki de series como Sex & the City y Gossip Girl que llevo dentro se convirtió casi en un gremlim al contacto de sus piesitos con la ciudad de Nueva York. Vamos, que no pude evitar ir a sitios que salen en estas series. Y hacerles fotos. Y hacerme yo fotos en los lugares (estos documentos os los voy a ahorrar, jejeje).
Así que por aquí va mi paseo de película (más bien de serie) por NY.
Casi como un santuario, la casa (supuesta) de Carrie Bradshaw es un lugar obligado y diría que de peregrinaje si vas a Nueva York (foto 1). Está en Perry Street 66 y muy cerca se encuentra la famosa Magnolia Bakery, el lugar donde Carrie se comía los cupcakes con Miranda (foto 3 con espontáneo incluido) en 401, Bleecker Street. Y de la serie a la película porque si hay unas escaleras famosas con las que baja Carrie cuando Mr. Big la deja más plantada que un pino en la «no-boda». Así que en homenaje a todas las veces que nos han dejado con la «cara partía», tuve que ir a New York Public Library a ver dónde dejaron a esta chiquilla tirada (foto 2). Una boda que sí salió bien, o mejor dicho, que se llegó a celebrar fue la de Miranda en la serie y es una maravilla el jardín en el que se rodó (foto 4).
Y Gossip Girl no iba a ser menos. Sí, por si teníais alguna duda, me hice la foto en las escaleras del Met (foto 5) como si fuese yo amiga de toda la vida de Serena y de Blair (ja ja ja), os ahorro la foto y os dejo con la impresionante entrada. Y, ¿recordáis los lujosos apartamentos en los que supuestamente vivían Chuck y Serena? Pues se trata del New York Palace Hotel (foto 6) en 455 Madison Ave. entre 50 St y 51 St.
Me dejo mil fotos (literal) en el tintero, pero creo que he hecho un buen resumen de mi experiencia en Nueva York. Ya os decía al comienzo que mi idea era transmitiros mi experiencia y servíos de ayuda por si alguna vez os animáis a ir o a repetir.
Yo: Espero que os haya gustado y nos vemos pronto por aquí, ¡feliz día!
Vosotros: ¡Vale Celia! Y cállate un ratito, ¡anda chata!
Celia! Sigue contando, en breve viajo allí 🙂
Ay, ¡qué envidia! Me iba contigo encantada 😉