Sushichuches, entre lo japo y lo dulce

sushichuches bandeja

Por fin viernes (y yo a estas horas aún por Praga y aprovechando las últimas horas de vacaciones). Ya sabéis que el sábado pasado tuvimos la ‘Gran Boda Japo’ de una de nuestras mejores amigas y estamos deseando enseñaros las fotos oficiales de cómo quedó todo. Cómo no, a la mesa de chuches también quisimos darle un aire diferente a la típica y clásica ‘candy bar’. Los novios querían algo sencillo pero con gracia, así siguiendo la temática de la boda pensamos…¿y si hacemos una bandeja de sushichuches?  Los novios (ya esposos, uhhh, mother of god) son unos locos del sushi, de hecho se tienen que estar poniendo las botas estos días en Japón, y qué mejor manera de presentar las chucherías que en forma de piezas de sushi. Pero no sólo para bodas, esta idea tan sencilla puede quedar genial para poner unas cuantas gominolas en una cena en casa o en un cumpleaños.

sushichuches

‘Uyy que difícil’, ‘pero yo soy muy torpe y no me va a salir’, ‘yo no sé hacer eso’. Shhh, silencio, nada de eso, echad un ojo a las instrucciones que os damos a continuación y ya veréis que os va a resultar fácil y divertido, además es un plan perfecto para hacer con niños, que eso de manosear las chucherías tiene su rollo. Para hacer una bandeja con cuatro tipo de piezas de ‘sushi’ vamos a necesitar los siguientes ingredientes:

sushichuches ingredientes

Vamos a empezar, para ello necesitaremos también tijeras y palillos de dientes de madera para sujetar nuestras creaciones. Qué tiemble el mejor ‘sushiman’ del mundo mundial. Hemos decidido hacer cuatro tipo de piezas distintas, que sinceramente, no sabemos si encajarían con makis, niguiris o california rolls, pero da el pego, jejeje.

sushichuches ideas

1. Tan sencillo como cortar un trozo de lengua de cualquier color y colocar sobre la nube. Para darle un poco más de color, podemos cortar la punta de la mora y ponerla encima del trozo de lengua.

2. Cortamos una tira, no demasiado fina, del regaliz, se hace fácilmente con la mano. Rodeamos la nube y ponemos un palillo para sujetarlo. Ponemos encima el tiburón o cualquier otra gominola con forma de pescadito.

3. Hacemos un agujerito en el centro de la nube, por la parte circular. Nos podemos ayudar de las tijeras, las introducimos enteras y las abrimos para dejar el hueco donde meteremos el regaliz. Después lo cortamos según la medida de nuestra sube, al hacer esto, veréis que se queda como más corta y gordita. Rodeamos luego con un trozo de lengua y sujetamos con un palillo.

4. Ponemos la nube de pie y rodeamos con media lengua de pica pica e igual, sujetamos con un palillo. Podemos usar los trozos de mora que nos había quedado de la pieza número 1 y colocar encima de nuestra nube.

Truquillos: 

– Las piezas 1 y 2 son con las nubes ‘tumbadas’. Si están muy redondas, puede ser que al ponerle algo de peso encima se nos vuelque. Que no cunda el pánico, con las tijeras cortamos un trocito por debajo de manera que le hagamos una base plana, al cortar la nube se pone más pegajosa así que se adhiere sin problema al plato que usemos.

– Los palillos de dientes de manera, aunque no quede tan bonito, es mejor que se vean bastante al menos por un lado. Por seguridad, mejor que la gente los quite a que se metan en la boca la pieza de sushichuche entera y se acuerden de toda nuestra familia ;).

– Si veis que al colocar unas chucherías encima de otras se resbalan, no os preocupéis. Si las mojamos un poco, poquito, con agua hará efecto pegamento al secarse.

sushichuches bandeja

Y así quedó nuestra bandeja de sushichuches para la boda, pusimos un par de rosas que hicimos con las lenguas como si fuese el jengibre del sushi para decorar y listo. ¡A comer!

Esperamos que lo pongáis en práctica y que os haya gustado. Buen fin de semana, familia, nos vemos el lunes con más cositas. ¡Besotes!

La boda romántica de M&J (III parte)

mesa dulce

Compartir las cosas que te hacen feliz, mola. Igual por eso la gente se casa, además de por amor. Por demostrar, en el buen sentido de la palabra, delante de la gente que quieres que eres feliz y quieres hacerles partícipes de ello. Igual por eso también nosotras necesitamos compartir lo felices que nos hace formar parte del engranaje tan amplio que supone una boda. Toda esta reflexión (igual algo cursi, sorry) es para contaros que tenemos nueva entrega de la decoración de la boda de M&J. El miércoles ya os contamos la primera entrega, pero nos faltaba la parte más dulce del asunto. De nuevo, fotazas de Amanda Watt.

boda mesa dulce

Cuando acabó la comida, pasamos a un precioso salón acristalado a través del cual se podía contemplar cómo iba cayendo la tarde en el cielo malagueño. Nos decidimos por algo sencillo en la decoración, una mesa con chuches y cupcakes sobre fondo blanco para que resaltase el color de los dulces. La novia y su familia, más ‘apañaos’, marcaron las piruletas gigantes con las iniciales de los novios y florecillas… ni un detalle faltó. Nosotras, incluso, nos atrevimos con la creación de un par de arboles de golosinas y nubes. No nos quedaron mal del todo 😉  Además, en un carrito blanco de madera instalamos un ‘corner palomitero’. El olorcillo a palomitas a mitad de la tarde fue todo un éxito.

mesa dulce

Utilizamos también un par de pizarras, una para la mesa de chuches y otra que instalamos en el mismo sitio con un libro de firmas. ¡Le hemos cogido el gusto a pintar en pizarra! Por cierto, prometemos para dentro de algunas semanas (no queremos ser pesadillas) un post con los detalles del vestido de la novia, pero como estamos en familia, hoy terminamos con esta foto que me encanta. Ya sabéis que la boda fue de unos amigos, así que yo (Celia) también iba de invitada… no me preguntéis cómo lo hice, porque no sé cómo, pero al final me dio tiempo a todo. Y ahí estamos las dos (yo, cerveza en mano, jur jur), sentadas sobre las balas de paja, sinceramente no sé de qué hablamos… pero me gusta la foto.

boda novia

Por cierto, hoy estamos durante todo el día colaborando para hacer que otra boda, la de N&C, sea más bonitista aún. Os iremos contando por Instagram 😉 Ahh… y que ¡viva el viernes!