Somos unas colgadas. Lo habéis podido comprobar con todas las tonterías que cada día ponemos en el blog. Pero bueno a nosotras nos gusta ese punto en el que mezclamos locura e ingenuidad y que nos hace estar siempre en el aire. Será por eso, porque nos gusta flotar que nos gusta tanto la tendencia de la que os vamos a hablar hoy: las sillas colgantes. Cerramos los ojos y nos imaginamos tener un rincón en casa, donde dedicarnos un rato a nosotras mismas, flotando, más inmersas en nuestros pensamientos y en nuestros sueños que en la realidad, con una copa de vino en la mano y nuestra canción favorita sonando. Y nos imaginamos la escena y casi nos falta tiempo para hacerla realidad. Para conseguir que os emocionéis tanto como nosotras con la idea, hemos seleccionado algunos ejemplos para que veáis que estar colgada queda así de bien.
Ya sea en el salón, en tu dormitorio o en el dormitorio del pequeñín de la casa, las sillas colgantes quedan así de bien. Creando un rinconcito por el que habrá peleas. Le da cierto toque ensoñador y romántico a cualquier espacio y encima puedes elegir entre los materiales y las formas que mejor se adapten a tu casa.
Y como ya empieza el buen tiempo, no podíamos no defender el papel protagonista de las sillas colgantes en terrazas y jardínes. Señoras hamacas, temblad, ¡las sillas colgantes llegan pisando fuerte! Si ya estar en casa contando musarañas y meciéndote es una gozada, imaginaros con rayos de sol y con un vientecito fresco. Entonces no queremos una copa de vino, ¡queremos un mojito! Hay algunas en las que nos echaríamos la siesta de nuestra vida y porque no queremos seguir pensando, que si no…
De momento volvemos a la silla de la ofi, pero con tantas ganas de empezar el fin de semana, que casi estamos flotando en el aire.
¡Feliz fin de semana!