5 ideas para un último mes bonitista

Diciembre ya llegó. El último mes de 2017, la última hoja del calendario de este año que se ha escapado siempre tan rápido. Pero ojo, que es viernes y no queremos que nos entre la bajona. Así que para terminar el año de buen humor, nos hemos puesto deberes para echar el cierre como señoras.
1. Empoderarnos. Ya está bien de quedarnos calladas, de aceptar situaciones con las que no estamos de acuerdo, de vestir para dar una buena impresión. Somos unas jefas de la vida y este mes nos lo vamos a creer muy mucho.

2. Hacer galletas (y que nos queden bien). Y las vamos a hacer y no nos las vamos a comer todas, las vamos a compartir con todos aquellos que han hecho más dulce los momentos más amargos y chungos de este año, que no son muchos (los que nos han aguantado), pero son los suficientes. Y con estas etiquetas nos van a quedar geniales.

3. Vamos a dejar de ser adultas. Sí, ya está bien de tanta madurez. Nos vamos a permitir perder la cabeza, un tren o la oportunidad de nuestra vida. Ya habrá otra. Queremos un poquito de postadolescencia, por favor.

Taza de Asos.

4. Vamos a volver a jugar. Y lo que era un juego de construcción se puede convertir en una guirnalda o en lo que tú quieras. Vamos a reinventar las reglas y a defender un parchís a seis como el mejor plan del mundo.

planes diy

5. Sentarnos a la mesa y olvidarnos del tiempo. Se avecinan muchas comilonas y cada vez  serán más compartidas con muchos pequeños con los que cada día volvemos a descubrir la vida con ojos nuevos. Nos olvidaremos del reloj, alargaremos la sobremesa y la sobrecena. Y hablaremos, mirándonos a los ojos y riéndonos de todo lo que pasó en este 2017. Y si toca llorar, también lloraremos. Pero sobre todo, brindaremos por estar sentados de nuevo en la misma mesa.

planes niños

Son solo cinco planes para darle sentido a todo este mes y a todo el año. En algún momento, tendríamos que ponernos con algún propósito y más vale tarde que nunca.

¡Feliz viernes!

El rosa es más que un color

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Una de cada ocho mujeres tiene, tendrá, tendremos… cáncer de mama en algún momento de nuestras vidas, según la Asociación Española contra el Cáncer. ¿Miedo? Puede ser. Porque me pasará a mí, le pasará a un amiga, a mi madre, tía, hermana o a alguna de vosotras. Parece una amenaza, y realmente lo es. El cáncer es la amenaza a la que nos enfrentamos en el mundo desarrollado del siglo XXI, sabemos que llegará de una u otra forma, más cerca o más lejos de nosotros pero algún momento llamará a la puerta. Existen armas para luchar contra él, pero probablemente no las suficientes aún. Al rechazo generalizado que producen las pruebas preventivas, le añadimos listas de espera, recortes en sanidad, casos en los que el cáncer supera a un escuadrón del ejercito de la antigua Roma…

Hoy es el Día contra el cáncer de mama y lo veréis todo a vuestro alrededor de color de rosa. No porque la enfermedad lo sea, sino porque es el color que se eligió hace muchos años para luchar pública y socialmente contra esta enfermedad. Llevar un lazo rosa en la solapa no va a curar a ninguna de vuestras,  nuestras, conocidas. Tampoco lo va a hacer este post. Pero aún así tenemos claro, que el rosa… es más que un color.

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Y lo es porque ha conseguido unir a las mujeres de todo el mundo con un objetivo común: amiga, mami, tita… no pasa nada por tener un solo pecho, ninguno, tener los pezones tatuados, por llevar peluca o turbante. No por ello eres menos mujer, ni se te ocurra que te pase ni una sola vez por la cabeza.

¿Miedo? Después de mirar a nuestra alrededor, creo que no podemos permitirlo por todas las mujeres que tenemos cerca y han vencido al cáncer (los últimos estudios rondan el 90% de curación) y también por las que no lo han logrado pero han luchado hasta el final. ¿Nuestras armas? Prevención y diagnóstico precoz  (según recomendación de la OMS*).

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Quizá el caso más reciente y más sorprendente por su juventud sea el de la conocidísima bloguera Belén de Balamoda. Desde luego, nos dejó a todos sobrecogidos cuando lo compartió con sus lectores. Ahí solo pudimos «quitarnos el sombrero» (metafóricamente) y corear: ¡vaya tía valiente, puñetera! Sabemos que como ella hay muchísimos más casos dignos de mención, de compartir y llenos de inspiración para el resto de mujeres que aún no sabe cómo afrontar el día para que se convierta en el primero del resto de sus vidas en la que ellas tomen el control, y no el cáncer.

Estaremos encantadas de que compartáis con nosotras vuestras impresiones, reflexiones, historias y miedos, ¿por qué no? Ya sabéis, el rosa… es más que un color.