Los bonitismos no entienden de estaciones. Da igual que sea primavera, verano, otoño o invierno, las cosas bonitas están donde mires, da igual la temperatura o las capas de ropa que lleves encima. Pero a veces es necesario apagar el ordenador, desconectar y dedicarse simplemente a disfrutar de los buenos momentos, del relax, de tardes de playa que parecen eternas o de bailar hasta que salga el sol y al día siguiente tengas agujetas. Por eso cerramos el chiringuito durante el mes de agosto y nos vamos al de verdad a que nos pongan un tinto de verano, que, así entre nosotros, nos lo hemos ganado.
Pero antes de irnos, queremos daros unos consejillos veraniegos (y de paso recordar algunos de los últimos post del blog).
Estés o no estés en la isla, el look ibicenco mola hasta en Cuenca.
Las piñas no sólo se comen, también se llevan puestas.
Que no tengas barco no quiere decir que no puedas echar el ancla.
No te calientes la cabeza y ponte sombrero.
Y si no quieres sombrero, ¡hazte un moño! ¡Pero con trenza!
Si vas a la playa no te olvides la toalla…ni la sombrilla.
Los polos y los helados no engordan (jajaja), así que no te cortes.
Pero el mejor consejo que queremos darte es que aproveches este mes para cargar las pilas y acumular buenos momentos que recordar durante los largos meses de otoño e invierno.
¡Nos vemos en septiembre!