Uff, ¡qué ganas de escribir este post! Los protagonistas indiscutibles son Paula y Jorge, una pareja con la que tuvimos ‘conexión’ desde el primer día que quedamos para tomar un café junto a la playa en pleno invierno. Nos contaron la idea que tenían de boda, lo que les gustaba, cómo querían hacerlo y nos proponían un reto: una boda playera en Antequera (una preciosa localidad malagueña en el interior de la provincia). ¡Nos encantan los retos! Así que nos pusimos manos a la obra, o más bien ellos, porque diseñamos diferentes espacios y elementos y ellos, todo unos manitas, se encargaron durante toda la primavera de llevarlo a cabo.
Más detalles… Paula y Jorge son cerveceros, así que esto tenía que estar presente en algún sitio. ¡Bingo! Encontramos los rincones ideales para cientos de botellines vacíos esperando una segunda oportunidad en una boda, ¿por qué no?
La celebración tuvo lugar sobre el green de un campo de golf, era un espacio diáfano con un gran árbol central que fue nuestro objetivo desde el principio. Con esta pizarra de bienvenida (con lettering bonitista) y señalizaciones que hicieron los novios, fuimos marcando el camino y las diferentes zonas. El árbol además nos sirvió para el seating.
La cena se desarrolló al aire libre, el viento nos jugó algunas malas pasadas durante el montaje, pero nada que un equipo bonitista no pueda solucionar. Como por la noche iba a refrescar, la novia compró unas pashminas de color pastel que le daban un toque precioso a toda la mantelería blanca. La hermana de la novia fue la encargada del diseño de las invitaciones, las minutas y el seating, así que adaptamos el diseño a un sello con el que los novios etiquetaron cada uno de los regalos para las invitadas. En cuanto a los meseros, la novia y sus hermanas se encargaron de elaborar unos circulitos de cuerda con hilo azul marino para no perder el toque marítimo. Los centros de las mesas eran botellines de cerveza, que llenamos de paniculata y margaritas. Y nuestra zona favorita (que ya os mostramos por IG) fue sin duda el chill out, colgamos cortinas de los árboles y lámparas de papel para convertir un pequeño rincón campestre en toda una terraza playera.
Sí, sí. Los novios quisieron que hubiese un futbolín en su boda y lo consiguieron. La verdad es que más que una boda, fue una reunión de buenos amigos, y eso se notaba. La boda respiraba alegría, buen rollo y recuerdos de toda una vida de adolescencia y juventud juntos.
¿Y la novia? Solo podemos decir que Paula iba espectacular (Jorge tú también, pero entiéndenos), además de que es un bellezón. Un vestido diseñado a su gusto que quería que reflejase su personalidad: estilo juvenil, desenfadado, con inspiración playera y con estilazo.
Acompañarles durante el camino hasta llegar al 27 de junio de 2015, con lo lejos que nos parecía al principio, ha sido todo un regalo. Les deseamos a Paula y a Jorge todo lo mejor, que sean felices y que sigan haciendo tan buen equipo toda la vida. Además, nos debemos una cerveza y un brindis y con eso… no se juega, pareja 😉
Las fotazas son de Pepa Niebla de The Fog House.
La celebración tuvo lugar en el Luna Green del Antequera Golf.
Y el vestido, ayy el vestido, esta maravilla es obra de Montesco Alta Costura, puro <3
Y hablando de bodas, os recordamos que tenemos abierto el sorteo para conseguir una invitación gratis para Celebra Málaga, y si queréis que vuestra boda sea bonitista… por allí os esperamos. Más info en el post del miércoles. ¡Buen viernes familia!