Quiero compartir un pequeño trauma relacionado con el coco. Recuerdo el día en que mi amigo del cole, Paco, me dijo que tirara por el bien de la humanidad esa colonia de coco que le producía arcadas. Yo, que hasta entonces pensaba que gracias a dos pequeñas gotas de ese frasquito de aroma intenso cuya marca no quiero acordarme, olía estupendamente, decidí desterrar el coco de mi vida, o al menos todo aquello que proviniese de su aroma.
Pero el tiempo pasa, y una adquiere experiencia, y deja de comprar colonias baratas :). Entonces, en lugar de probar el coco como perfume, me compré el aceite de coco, el de verdad, el que sirve para cocinar. Y resulta que te pones a hablar con la chica de la herboristería y con tu amigo google, y resulta que el coco sirve para todo. Vamos, que si queréis meter un producto estrella en la maleta este verano, con una frasco de aceite de coco podéis tener crema hidratante, exfoliante, desmaquillante, protector solar para el cabello y acondicionador, todo en uno ¿Quién da más?
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Crema hidratante corporal: se puede usar al salir del baño, echas un poco de aceite de coco sobre las manos y a restregar, así, sin crema ni nada, además de hidratante, se absorve enseguida.
Exfoliante: mezclándolo con un poco de azúcar, ya tenéis exfoliante. Además de barato, regenera la piel, retira las células muertas y acaba con las impurezas, ¿qué más queremos?
Desmaquillante: pero, por si fuera poco, también tenemos la opción de usar el aceite de coco como desmaquillante. Yo no he probado esta opción pero dicen que funciona, así que si un día os encontráis de viaje sin desmaquillante… ya sabéis.
Para labios resecos: como buen hidratante, si tenemos los labios resecos o quemados, lo podemos usar como bálsamo.
Como acondicionador del pelo: este es mi favorito, restregándolo en el pelo una media hora al menos antes de lavártelo, se queda suave y brillante.
Como protector solar: pero si además, lo usas cuando vas a la playa, te protege el cabello de los rayos solares y te sirve de mascarilla.
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Pues nada, que con todas estos beneficios que tiene, yo ya me he reconciliado con el aroma del coco. Además, lo compramos como un básico de la maleta de estas vacaciones, y así llevamos el necesser ligerito. Eso sí, lo ideal es que sea aceite virgen, que no haya sido modificado ni tratado y mejor aún si es orgánico.
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Y vosotros, ¿sabéis de otras cualidades cosméticas del coco?
¡Feliz fin de semana y has el lunes!