Ahora con el embarazo, me han crecido las tetas hasta unos niveles insospechados. Desconozco si esto va a seguir aumentando y si es así, creo que voy a terminar cayéndome hacia delante en un descuido. Este hecho (común en muchas de vosotras), me ha hecho reflexionar y pensar en tetas. Eso y que desde el último 19 de octubre (el del año pasado), mi relación con el cáncer de mama se ha estrechado, en este último año hemos sido, incluso, familia. Siempre ronda por ahí, siempre estrecha lazos con amigas y conocidas hasta que llama a tu puerta y pasa a tu casa con toda la tranquilidad del mundo. Se sienta en tu sofá y se queda a vivir una temporada en la familia, sin preguntar y sin avisar previamente, así de sopetón… -Pues hala, venga, pasa majo… pero no te pongas muy cómodo, que vamos a hacer todo lo posible por que te vayas prontito.- Y en esas andamos.
Maldito cáncer, benditas tetas
