Bonitistas viajeras: Cantabria (pero con un bebé)

Hace un par de años dos de las bonitistas hicieron su escapada por el norte. Y vinieron tan encantadas, que una servidora se quedó con muchas ganas de ir, especialmente a Cantabria. Así que, aprovechando el puente de san Isidro, buscamos una ruta fácil para huir de Madrid 4 días, con la compañía de un «bebé» de 2 años.

Os dejamos nuestro itinerario por si os animáis a hacerlo:

  • Día 1: Visita al Parque de Cabárceno.

¡Una maravilla! Y es que no tiene nada que ver con un zoológico convencional. Cabárceno es un parque natural, situado sobre una antigua explotación minera y con montones de animales de todo tipo. Y es tan grande que podéis pasar allí todo el día tranquilamente. Además, está al lado de Santander y es una visita muy recomendable, sobre todo si vais con niños.

Cabárceno, Cantabria

  • Día 2: Comillas, San Vicente de la Barquera y Santillana de Mar.

Son 3 pueblos que están muy cerquita entre sí y con muchísimo encanto.

En primer lugar, fuimos a Comillas que fue, para nosotros, el más bonito y el que tenía más cosas para ver. Paseamos por sus calles empedradas, nos asomamos a la playa (aunque no hacía un gran día), después visitamos el Capricho Gaudí y, por último, nos acercamos en coche hasta la Universidad, que además tenía unas vistas preciosas de todo el pueblo.

Después nos fuimos a comer pescado (riquísimo) a San Vicente de la Barquera. Otro pueblo chiquito, pero precioso.

Y por la tarde nos acercamos a Santillana de Mar, otra maravilla de pueblo empedrado. La única pega fue que nos diluvió en nuestro paseo, pero bueno, no nos impidió tomarnos unos ricos sobaos en el famoso Obrador Casa Quevedo. ¡Muy recomendables!

Satillana de MarSantillana de Mar, Cantabria

  • Día 3: Santander.

El tercer día visitamos Santander. Aprovechando que hacía sol nos dedicamos todo el día a pasear. Andamos por todo el paseo marítimo hasta llegar al Palacio de la Magdalena. Después continuamos hasta la playa de El Sardinero, donde comimos, y volvimos callejeando hasta el centro. Terminamos agotados pero habiendo disfrutado muchísimo de la visita.

Palacio de la Magdalena, Santander

Cantabria

  • Día 4: Santander y vuelta a Madrid con mini parada en Burgos.

El último día antes de irnos dimos una vuelta por el centro de Santander. Nos acercamos a la catedral, pasamos por la plaza del Ayuntamiento y después nos llegamos en el coche hasta la playa de Mataleñas, un sitio precioso y con unas vistas increíbles de todo Santander. ¡Una pena que no hiciera bueno!

mataleñas

Luego, de regreso a Madrid, paramos en Burgos a comer y aprovechamos para dar un mini paseo por el centro.

Catedral de Burgos

Y hasta aquí nuestra mini escapada por Cantabria. Un sitio muy verde, con pueblos con mucho encanto y que se come de maravilla. Lo tiene todo para tener que volver próximamente, ¿no os parece?

¡Hasta mañana bonitistas!

Diario de un fin de semana en París

Querido diario:

Este pasado fin de semana he estado en París y, como me suele pasar, he vuelto a venir enamorada de la ciudad. No sé describir lo que tiene. Me gusta muchísimo Londres y Nueva York me provocó un estado de emoción máxima perenne, pero lo de París es otra cosa. Y ahora que lo pienso, puede que tenga algo (o mucho) que ver que siempre que voy a París voy con mis amigas… y en ese sentido, este fin de semana ha sido muy, pero que muy, especial.

Y es que, amigo diario, para empezar hemos hecho viaje las tres bonitistas juntas, y eso debería marcarse en el calendario como un hecho histórico. No se suelen alinear los astros tan bien pero es que había un motivo de peso: se «pacsaba» nuestra amiga Patri, y eso había que celebrarlo juntas. ¿No sabes que es eso de «pacsarse», verdad? Nosotras tampoco lo sabíamos, pero es algo así como hacerse pareja de hecho en España. Lo más parecido a casarse en estos tiempos, ¿no crees?

La aventura empezó el jueves por la noche. Rocío se quedó a dormir en mi casa porque teníamos que levantarnos a las 3 de la mañana, sí, sí… como lo estoy escribiendo. El coche que nos llevaba al aeropuerto nos recogía a las 4 am. del viernes así que imagínate nuestras carusas en el trayecto de ida. Cuando llegamos, Patri nos estaba esperando en la parada de metro más cerca a nuestro hotel y París nos recibía con un día tan frío y lluvioso que parecía sacado de una escena de película.

Fuimos al hotel a recomponernos las caras y a comer algo y a hacer algo de tiempo para que llegase el resto desde Madrid: Rocío y Auxi, las bonitistas, junto a Paola y Carmen.

¡Por fin las siete juntas! Y como somos de buen comer, ¡qué mejor que celebrarlo con una fondue y bien de vino! Consejo bonitista: bebed vino y comed moderadamente queso fundido… la mezcla en las paredes de vuestro estómago no siempre es apuesta segura. Patri nos llevó a Heureux Comme Alexandre, un sitio con un encanto especial y lámparas de ensueño.

Y después de comer… a pasear. Hacía más frío en París que en la comunión de Pingu, ¡hasta nos nevó! Pero nosotras hicimos un poco de turismo mientras intentábamos bajar las decenas de miles de calorías que llevábamos en el cuerpo gracias al queso (más el pan, patatas y carne… porque ya que nos ponemos…nos ponemos). Después un rato al hotel a descansar y a cambiarnos porque por la noche nos esperaba una reserva en uno de los restaurantes de moda en París: Pink Mamma. Un restaurante italiano de varias plantas y decoración es-pec-ta-cu-lar y un musicote que bien podría parecer una discoteca de Ibiza en verano.

Igual piensas, querido diario, que después de la fondue no pudimos cenar. Puees… estás equivocado, porque nos zampamos unas cuantas pizzas entre todas, alguna ensalada y un par de tiramisús. Ah, y chupitos de limoncello. Otro consejo bonitista: no coreéis ¡chupito, chupito! en un restaurante en París. El chupito al final de la cena no es invitación de la casa… y además vale 4 euros. Y de ahí… paseo de vuelta al hotel y a dormir que ya llevábamos casi 24 horas despiertas. ¡Yeahhh!

A la mañana siguiente, sábado, nos esperaba también un día entretenido. Cualquier boda (o similar) que se precie, tiene que tener su despedida de soltera. Así que a quién a se le ocurre traer en una maleta de mano en un vuelo de bajo coste un disfraz de unicornio hinchable…¡a nosotrassss! Un grado de temperatura, París colapsado por el funeral de Johnny Hallyday (que en paz descanse el señor), una española vestida de unicornio y otras seis con diademas a conjunto. ¿Alguien da más?

Querido diario, obvia nuestras caras. Pero esta es la mejor foto que tenemos…es para hacérselo mirar.

Después de ver la Torre Eiffel… y hacernos una sesión de fotos allí que es mejor olvidar…

Nos fuimos a comer a un sitio por Bastille muy recomendable también. Se llama Le Gran Breguet y sirven comida bio en bol, hay para elegir vegetariano o con proteínas animales. Una nave enorme que además sirve de galería de arte. ¡Cómo son estos parísinos!

Y de aquí, de nuevo al hotel. Descansito y a sacar nuestras mejores galas para la gran noche: ¡la celebración del pacs! (o del «pacsamiento» como lo acabamos castellanizando). Estas fotos la dejo para intimidad de la pareja, pero os aseguro que fue una auténtica fiesta. De esas que te dejan ganas de repetir y en las que te sientes como en casa aunque estés a miles de kilómetros de tu casa.

Juntarnos todas en la ciudad que sea siempre es una buena noticia. Hijos, obligaciones, trabajos, familia, distancia… pero hay momentos en los que el orden de prioridades cambian, aunque sea solo durante 48 horas, y los madrugones, billetes de avión a precio abultado, mamis separadas de sus hijos, mails por responder y kilómetros recorridos importan un poco menos. Y eso, querido diario, mola mucho.

Trucos para hacer la maleta y no morir en el intento

Acabamos de volver de las vacaciones de Semana Santa y nosotras ya estamos pensando en la siguiente escapada. Y es que en dos semanas llega de nuevo un puente (el del 1 de mayo) y ninguna de las bonitistas está dispuesta a quedarse en casa. Pero nuestro amor por viajar es directamente proporcional a nuestro odio por preparar el equipaje. Podemos tardar horas y horas, y cuantos menos días nos vayamos, mayor es el drama. Y si encima hay que preparar también las cosas de un bebé, la cosa se complica muchísimo más. Por eso, hemos pensado que nos vendrían muy bien algunos trucos para hacer la maleta, sin morir en el intento (¡y que tampoco se nos olvide nada!).

Vía

Y después de haber investigado un poco en las recomendaciones de algunos blogs de viajes, estos son las ideas más útiles con las que las bonitistas nos quedamos:

  1. Hacer una lista. ¡Fundamental para que no se nos pase nada! Podéis hacer la vuestra propia con el imprimible que hicimos hace un tiempo (os lo dejamos aquí), buscar una plantilla ya hecha que os sirva de guía o hacerla en el propio móvil (yo tengo miles). Y si tenéis que preparar también las cosas de los niños, esta lista tan chula seguro que os viene de lujo.
  2. Elegir la maleta adecuada. En función de los días que os vayáis y de a donde vayáis, deberéis elegir o mochila o maleta, y el tamaño de éstas.
  3. Pensar los conjuntos. Elegid los modelitos de cada día siendo prácticos y dejando de lado el «por si…». A unas malas, seguro que hay tiendas para comprar alguna cosilla de emergencia.
  4. Dejar hueco para regalos. Y si no traéis, no os preocupéis, vendrá bien porque ya sabéis que la ropa a la vuelta siempre ocupa más espacio.
  5. Guardar la documentación y los billetes. Y además, mirad que no esté caducada. No sería el primer caso que conocemos de alguien que se queda en tierra por este motivo (holi Paloma).
  6. No hacerla a última hora. Dejarla para el último momento solo servirá para que nos olvidemos de cosas (doy fe).

Ahora que ya tenemos estos trucos solo nos queda ponerlos en práctica y ver si mejoramos nuestro momento drama. Ya os contaremos qué tal se nos da. Y vosotros, ¿tenéis algún truco más?

¡Hasta mañana!

30 años, 30 deseos

postales viaje

Cuando nos llegó el correo de Marta, nos hizo gracia. Pero cuando vimos su vídeo, su mensaje nos tocó mucho la patata. Marta es una soñadora nata, ha pasado sus primeros 30 años de vida convencidísima de que los sueños se cumplen y nosotras estamos con ella. Los 30 (hay algunas que aún no los tienen, ejem ejem) te hacen plantearte muchas cosas, lejos del agobio por las arrugas, las incipientes canas o lo lejos que queda la estabilidad económica o familiar… te dices: ¡ahora soy yo de verdad y voy a hacer lo que siempre he querido hacer! Por eso nos ganó desde el principio el proyecto de Marta: 30 años, 30 deseos.

El pasado 14 de septiembre, cogió su petate y acompañada por gente importante para ella emprendió su particular vuelta al mundo y nos la va contando a través de su blog: 30deseos. Lo más bonito de todo es que nos quiere  hacer partícipes a todos de su periplo y nosotros… encantados. ¡Mirad qué sitios ha visitado ya! Bali, Filipinas, Malasia… ojipláticas nos tiene.

viaje por el mundo

Como va a pasar la Navidad fuera de casa, nos ha propuesto rodearse muy bien por todos nosotros. Y atención, porque la idea que se le ha ocurrido es una preciosidad. Si tienes un deseo, un sueño o un mensaje bonito…  haz que le llegue a quién tú quieras desde la otra punta del mundo.

30deseos_navidad2

Además lo va a hacer por correo postal y con cartas de verdad. Con lo fans que somos nosotras de las postales del mundo (Auxi, Laura, espero que llegue la nuestra, no os decimos nada).

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Esperamos que os animéis a acompañar a Marta en su viaje, a seguirla y a compartir los sueños de esta Willy Fog barcelonesa. ¡Ya estamos deseando ver cuál es su siguiente destino! Buen viaje y buenos deseos.

¡Hasta mañana bonitistas!