Mañana es el ‘V*Day’, como dirían los bloggers internacionales más reputados del momento, así que nos permitimos el último post sobre el día de los enamorados. Para empezar, tenemos que confesar una cosa: el título del post es ‘regulín regulán’ de cierto. Para explicarlo todo, nos tenemos que poner en modo testimonio.

Los generosos Reyes Magos me trajeron esta vistosa pistola para hacer galletas con diferentes formas. Así que me decidí a utilizarla, obviamente con la forma de corazón, para lo que podía haber sido un perfecto desayuno de San Valentín. O eso creía al principio. 

Cuando me disponía, más contenta que unas pascuas, a hacer la masa de las galletas me di cuenta de que… ¡horror! me faltaban huevos (ejem). Total que me dije yo: ‘da igual, no pasa nada, seguro que sale bien’. ¡Ole! El resultado ya os lo imagináis: no había manera de sacar la masa de la pistola y aquello parecía cemento para hacer casas en zonas con riesgo de huracán. Así que masa fuera de la pistola y nuevo intento al modo tradicional. Como tampoco tenía cortapastas (ole, ole y ole), lo hice con un cuchillito. Y sí, me cansé porque era muy lento. Total, que así quedo la bandeja surtida de galletas antes de entrar en el horno. Parecía el museo de los horrores galletiles. Confiaba en los corazones rosas y las pepitas de chocolate para salvar el desastre, pero ni por esas. 

Después de unos minutos en el horno, más de los que venían en la receta, porque ya puestos… me lié el delantal a la cabeza: éste fue el resultado. 

Conclusiones:

1. No os inventéis recetas de galletas.

2. Si queréis tapar agujeros en la pared de casa… ya tenéis la forma.

3. Se podían comer, pero hacía falta la dentadura de José Vélez.

4. Si os sale mal una receta, intentad solucionarlo con un plato bonito (caída de pestañas o algún juguete de nuestro post de ayer, ya puestos).

Y hasta aquí el post de hoy. No os detallamos los ingredientes porque prometemos segunda entrega y porque para qué, sinceramente. Mientras tanto, podéis apoyarnos con historias de ‘recetas fail’ y ampliar material para el Sr. Iturriaga y este fantástico post que no nos cansamos de recomendar. ¡Hasta mañana bonitistas!