Qué hacer en Londres : Guía para el viajero bonitista

Good Morning, ladies and gentlemen! Uy, perdón, que nos ponemos de un británico que no hay quién nos pare. Hace unas semanas (casi se nos ha olvidado ya) estuvimos de escapada en la ciudad del Big Ben. De hecho, os mandamos una crónica en vivo y en directo desde el hostel de Londres más bonitista. Y antes de que se nos olviden los días de sol que tuvimos la suerte de disfrutar, nos hemos puesto manos a la obra para hacer una humilde y pequeña guía para el viajero bonitista sobre qué hacer en Londres. No os vamos a decir que vayáis a ver el Big Ben, el British (que también podría llamarse Pa’la saca Museum) o Picadilly Square, porque eso ya lo sabéis y seguro que os lo cuentan mejor en la Lonely Planet. Nosotras vamos a daros cuatro tips, ojo al control del inglés, para que disfrutéis bonitistamente de una ciudad maravillosa cuando sale el sol.

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Nada de metro o autobús, aunque subirse a uno de los famosos rojos y ver Londres sobre ruedas y desde lo más alto también mola. Lo que es realmente bonitista es moverse en bici. Si no sois muy miedicas y eso de que conduzcan por la izquierda no os apabulla (te acostumbras enseguida), las famosas bicis Barclays son para vosotros. Es una forma barata: pagas 2 libras (two pounds) al día o 10 a la semana y puedes coger la bici gratis durante 30 minutos todas las veces que quieras. Consejo para controlar el tiempo: al coger la bici, activa el cronómetro (20 minutos), cuando suene te quedan 10 minutos para buscar un nuevo punto y esperar 5 minutos para cogerla una vez más. Además de ahorrar, harás ejercicio (lo que agradecerás en el tip número de 2 de este post) y conocerás de la ciudad de una forma diferente.

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Después de un paseo en bici necesitarás una recompensa. Y qué mejor que algo dulce como una galleta, pero no una cualquiera, sino Ben’s cookies. Probablemente las mejores galletas del universo y parte de otra galaxia. Puede que sean adictivas y buscarás la bici, sólo por la esperada recompensa. La galleta de triple chocolate puede que esté catalogada por orgasmo en algún diccionario. En la ciudad hay varios Ben’s cookies, puedes consultar las direcciones aquí.

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Si esta tienda-local-bar existiese en Madrid o en Málaga probablemente seríamos parte del decorado habitual. Situada cerca de King Cross, Drink Shop & Do es como dice su nombre, una tienda, un bar y un lugar donde puedes hacer cosas como jugar a un bingo musical, talleres de montar robots de LEGO o asistir a una speed-date donde no hablas, sino que intercambias tu reproductor de música. El sitio no puede ser más precioso y probablemente te quieras quedar a vivir.

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Londres es la ciudad de los mercadillos. Así que no te puedes ir sin hacer una ruta completa. Portobello nos pareció el más auténtico. Si no te importa perderte los puestos que sacan a la calle los negocios de Notting Hill, merece la pena no ir en fin de semana y ver el espíritu del barrio sin tener que batallear con otros turistas (además no tendrás que luchar por un sitio para hacerte la foto en la puerta azul de la casa de Hugh Grant). Brick Lane es el más modernete, pero quizá el que tiene ropa y complementos con mejor gusto, ideal para un domingo. La parada previa en Columbia Road al mercado de las flores es imprescindible.

Candem Town es un clásico, que merece una visita, aunque a nosotras no nos volvió demasiado locas. Eso sí, hay una heladería, The Chin Chin Laboratorists, donde hacen helado con nitrógeno líquido y que además están riquísimos, los camareros son simpáticos y el sitio es bonitista. No se puede pedir más. Y ya que hablamos de comer, para papear, Borough Market, después de darte una vueltecita por puestos de mercado de toda la vida, nada mejor que elegir uno de los platos de todas las cocinas del mundo que encontrarás para decirle shut up! a tu estomaguito. Por mucho que nos hayan contado que la comida en Inglaterra es una cacota del whatsapp, no es del todo cierto. Hay comida bastante rica, pero no es inglesa, aunque en este mercado comimos un pastel de carne inglés, que nos dejó felices y satisfechas.

Además de estos cuatros consejos, Londres está lleno de parques, donde tirarse al sol, de tiendas donde querer ser mujeres ricas y de restaurantes y bares (comimos en un coreano genial) para viajar a todos lados sin moverte de allí. Así que para descubrirlos todos, habrá que volver. Y vosotros, ¿conocéis otros secretos bonitistas de Londres?

¡A por un martes very nice!

Rincones bonitistas en Marruecos

Una de las frases que más hemos escuchado en la vuelta al cole es: «¿Qué tal las vacaciones? / Ya olvidadas». Nosotras no queremos olvidarnos de los días tan bonitistas que pasamos juntas en nuestro viaje a Marruecos, así que hemos decidido compartirlo con vosotros y así de paso ver si la Lonely Planet nos ficha y nos propone hacer una guía bonitista.

asilah

Nuestra primera parada en nuestro bajarse al moro particular fue Asilah, previo paso por las grutas de Hércules donde puedes ver el mapa de África dibujado por la naturaleza en un contraluz precioso. Teníamos ganas de aventuras de las buenas, así que antes de entrar y perdernos por los callejones de la Medina, decidimos ir al Paraíso. Así es como llaman a una fabulosa playa a la que fuimos en un carromato tirado por un caballo, porque eso de ir en taxi está muy visto. Aún no sabemos como Said aguantó nuestro peso (la operación bikini es ya historia) y nos llevó hasta nuestro destino final.

asilah bonitistadetalles de Asilah

Cal y color. Esos son los ingredientes que dan vida y forman la imagen de la Medina de Asilah. Allí nos sumergimos siguiendo y completando más que un arcoiris de colores, porque hay tantos como casas. Aunque eso sí, el azul, en toda su gama, es el protagonista. Entre añiles y turquesas nos topamos con una casa verde mint bonitista, ya tenemos hogar oficial en Asilah. Entre estos callejones, nos sorprendió encontrarnos con unos murales muy familiares: los del Niño de las Pinturas.  Así es Marruecos, hay sorpresas a la vuelta de cada esquina.

murales de Asilah

La esencia del Marruecos más puro la encontramos en la Medina de Tetuán, donde es imprescindible pasearse  y abrir bien los sentidos entre los olores (algunos más agradables que otros) colores y sonidos de los puestos callejeros y como no: lanzarse al juego del regateo. De Marruecos hemos vuelto cargadas con detalles para dar un toque exótico a nuestras casas: platos, cuencos, jarapas, teteras. ¡Todo nos parecía tan bonitista y necesario!

tetuan

Mirar el mar hacia ese estrecho que nos separa y nos une desde el Hafa Café mientras disfrutas de un té es una de las paradas casi obligatorias de Tánger, pero no la única. Una vez más, el laberinto de calles de la Medina esconde rincones mágicos, detenidos en el tiempo que te sonríen a base de colores. Son rincones que despiertan alegría instantánea, tanto que te gustaría guardarlos en una cajita para revivirlos en los días grises.

Tanger

El «Moro», como lo llama nuestra amiga Laura, igual para muchos no es un destino bonitista, pero si te detienes y miras bien cada detalle, encontrarás bonitismo en estado puro. Aunque lo que realmente lo convierte en un gran destino es compartirlo con gente a la que quieres. El plan, es lo de menos. (Lección aprendida).

equipo bonitista

Estas son nuestras carusas de sobrevivientes de aventuras y percances varios.

¿Os animáis a bajaros al moro? ¡Buen martes!

Colonia, ciudad bonitista

La semana pasada, por temas de trabajo, me tocó viajar a Colonia (Alemania) a una feria de dulces. Ya había estado hacía un par de años, pero esta vez me dio tiempo a hacer un poco de turismo, así que he vuelto encantada de descubrir esta ciudad tan bonitista.

Koln-ciudad bonitista

Como sólo teníamos un día libre para ver la ciudad, mi compi y yo nos estudiamos unas cuantas guías y preparamos la nuestra propia, para aprovechar al máximo. Os dejamos nuestra selección de cosas bonitistas que ver en Colonia:

  • La Catedral de Colonia. De estilo gótico, es impresionante por la altura que tiene. Merece la pena subir a su torre porque hay un mirador con unas vistas increíbles de toda la ciudad.

catedral de Colonia

  • Callejear por Hohe Strasse, la principal calle comercial del centro histórico de Colonia y llegar hasta Heumarkt, una plaza preciosa rodeada de edificios de colores.

HEUMARKT

  • Continuar paseando por la ribera del río Rhin y admirar las increíbles vistas.

ribera del rin

  • Visitar el Museo del Agua de Colonia 4711 y llevarse como souvenir uno de los emblemáticos tarros de colonia.

colonia 4711

  • No te puedes irte de Colonia sin probar su cerveza (Kölsch) o comer codillo y sus típicas salchichas, que se sirven en cualquier bar. Y si para bajar la comilona te das un paseo por el puente Hohenzollern y cruzas el Rhin para ver la ciudad desde la otra orilla, mejor que mejor.

comilona y puente hohezollern

Además, para empezar el lunes con mucha inspiración, aprovecho para dejaros una muestra de los packagings más bonitos que descubrí en ISM, la feria internacional más importante para el mercado de los dulces y golosinas.

packaging baru

Chocolates Barú,  Bélgica.

mr stanleys

Mr. Stanley´s, confitería clásica inglesa.

Que empecéis bien la semama.