Es inevitable, sí, lo es. Inevitable pensar en el primer cumpleaños de Manuela y que no se me vaya la mente a globos, guirnaldas y tartas bonitas. Aún falta, no es que quiera que llegue, más bien detendría el tiempo y disfrutaría al máximo de su torpeza al intentar gatear y su único dientecillo asomando por la encía durante algunos meses (o años) más. Pero su primer cumpleaños llegará y como es inevitable pensar en bonitismos varios… qué mejor que compartirlos por aquí.
Ideas para un primer cumpleaños (en la trona de Ikea)
