Los cactus son lo más. Unas plantitas monas, muy agradecidas y que además quedan genial en cualquier rincón de la casa (ya os lo mostramos en este post y en este). Pero hoy no venimos a hablaros de esta planta en sí, si no de un montón de caprichos para la casa, súper necesarios, que os van a encantar.
El tema premamá no os interesará a una gran mayoría de vosotras y vosotros, pero sin embargo este sea, posiblemente, el post más importante que escribo en todos los años de historia bonitista. Es cierto que no solemos contar mucho de nuestra vida ni salir demasiado por aquí, no por nada, es solo que tenemos unas vidas muy sosainas y nunca nos vemos como protas de nuestros posts. Pero las cosas buenas y bonitas hay que compartirlas y gracias a este blog, hemos conectado con muchos de vosotros incluso sin vernos… soltada esta chapa… Si todo va bien (cruzamos dedos), a principios del próximo año habrá nueva bonitista en la familia.
Es curioso que, hasta la fecha, hayamos escrito dos posts sobre tatuajes y ninguna de las tres tenga ninguno. En mi caso, tengo con los tatuajes una relación de amor/odio tremenda. Los veo y me encantan, escribo posts como este imaginándome cómo estaría yo con uno así… pero luego soy incapaz de pasar de la imaginación a la acción y me digo a mí misma: vas a estar fatal. Pero, al margen de conversaciones con una misma, se me ha vuelto a abrir una nueva ventana al mundo del tatuaje y ha sido gracias a los tatuajes florales. Ramos, ramilletes, colores y texturas para convertir la piel en un auténtico estampado. A ver qué te parece…
La vuelta a la realidad incluye, por supuesto, la vuelta al trabajo. Es verdad que hay días que nos despertamos con las mismas ganas de ir a una mina a trabajar. Puede que los artífices de la tendencia de hoy se sintieran así y por eso hayan decidido poner de moda…tachán, tachán, ¡el mono de trabajo!
Recuerdo un capítulo de Sexo en Nueva York en el que Carrie se preguntaba si se estaba convirtiendo una cínica. Confesamos que a veces nos miramos al espejo con la misma sensación. Pero sabemos que el cinismo y la ironía no son más que armas y herramientas para reírnos de nosotras mismas y de la propia vida. E incluso de la triste y soporífera vuelta a la rutina. Por eso las camisetas de Rainy Picnic nos han encantado.
