Hace un mes tomé una decisión: reducir mi consumo de carne y pescado lo máximo posible. Aún no me atrevo a declararme vegetariana, porque me permito comer carne o pescado en ciertas ocasiones, pero siempre esporádicas. Cuando tu entorno descubre tu decisión, siempre se repite la misma pregunta: ¿Por qué? Mi respuesta es fácil: seguir consumiendo carne y pescado como lo hacemos hasta ahora es insostenible. Tengo sobrinos y sobrinas a los que adoro y me gustaría que puedan disfrutar de un planeta y un entorno habitable, y amigas, si seguimos así, se me antoja difícil. Como dijo aquel estamos consumiendo (una parte del mundo) por encima de nuestras posibilidades. Según este artículo de El País, para producir un kilo de ternera se emiten 27 de dióxido de carbono equivalente (una medida que aúna el impacto de distintos gases de efecto invernadero), se necesitan 15.400 litros de agua y 100 kilos de su proteína requieren 6.000 metros cuadrados de terreno. El mismo peso en lentejas requiere menos de un kilo de CO2, 5.854 litros de agua y 2.500 metros cuadrados de tierra.
Leer más